Esta obra explica que la heterosexualidad es un invento medicoburgués del siglo xix. Y es que la heterosexualidad no es natural ni instintiva, ni tampoco genética. La heterosexualidad se aprende, cambia y se transforma; la de ahora ya no...
La masculinidad es como una cebolla: no hay nada debajo y hace llorar. Pese a que ejercer de macho mata, la masculinidad es frágil porque implica un estatus adquirido que puede perderse con facilidad. Por eso los hombres arriesgan tanto para probar...