Dios dotó a Teresa de Jesús de tales cualidades humanas y dones divinos que, al centrarnos en el verbo ''tratar'' -tratar con Dios y con los hombres-, lo convirtió en su infinitivo existencial.
Pero también recibió el don de enseñar las artes de este ''tratado de amistad''. La Iglesia la tuvo siempre como maestra de oración; y la nombró por ello su primera doctora.
Compruébalo en estas sencillas páginas. Difícil será que encuentres mejor resumida su enseñanza, ni en un librito diseñado con mayor primor.
Other Books Equiporar:
Other Books Teología pastoral:
Categorías principales