Es hora de ir a acostarse y la gallinita roja le reclama a Papá un cuento para ir a dormir, pero cada vez que empieza un cuento nuevo, la gallinita Kika no cesa de interrumpirle. Desde Hansel y Gretel hasta Caperucita Roja, la gallinita no puede re
El abuelo pasa todo el día en su jardín con las tijeras de podar en sus manos. Pero antes tuvo una vida espléndida que ahora ya no recuerda o al menos no puede nombrarla..