Se terminó el tiempo en que todo se achacaba a la casualidad, a la buena o la mala suerte, la vida muestras unas reglas cada vez más claras y es el momento de descubrirlas.
Escuchad la palabra; comprended el conocimiento; amad la vida, y nadie os perseguirá ni os oprimirá, salvo vosotros mismos (Jesús, 9, 19, 24). Y, para ello, la clave la hallaréis en los Evangelios.
En la mayoría de los casos los problemas de comunicación con los demás suceden proque sus palabras se acercan a un foco de conflicto en nuestro interior, duelen y la reacción natural es huir de aquello que nos infringe sufrimie...