Nada le falta al triunfo de la civilización. Ni el terror político ni la miseria afectiva. Ni la esterilidad universal. El desierto ya no puede crecer más: está por todas partes. Pero aún puede hacerse más profund...
No esperar más. No mantener ninguna esperanza. No dejarse ya distraer, confundir. Irrumpir. Mandar la mentira contra las cuerdas. Creer en lo que sentimos. Actuar en consecuencia. Forzar la puerta del presente. Probar...
A los que adivinan, detrás de la espesa niebla de «la crisis», un teatro de operaciones, maniobras y estrategias y por tanto la posibilidad de un contraataque;