Aristóteles lo tiene todo: veintiún años, novio estable, unos padres que lo adoran, unas amigas majísimas que cuidan de él. Pero no le basta. Fantasea con otros amores, otros lugares, otras ocasiones.
«Soy un hombre de clase media enfrentado a los infinitos del universo», dice uno de los personajes de estos relatos de Carlos Herrero que perfectamente podría representarle a él. Porque infinitos del universo son el amor, la enfe...